Turismo
Si se compara con otros sitios de la costa española, el turismo llegó tarde a Lanzarote. Muchos observadores creen que ésta es una de las principales razones por las que el turismo ha estado tan bien controlado. Los errores cometidos en la costa de la Peninsula han sido evitados en Lanzarote. El turismo de hoy representa el mayor pilar en la economía de Lanzarote, dejando por detrás a la pesca y a la agricultura y proporcionando trabajo a miles de isle--ños, españoles y extranjeros que deciden quedarse a trabajar en la isla.
En 1970 nada más que 25.000 turistas (más de 10.000 eran españoles) vinieron a Lanzarote. En 1988 la cifra total de turistas había ascendido a 750.000 de los cuales 280.000 eran británicos. El Patronato de Turismo indica que este crecimiento de la popularidad de la isla es probable que crezca con una mayor afluencia de británicos hasta el punto de que estos representen mayor porcentaje que los alemanes.
Alrededor del 37,5 por ciento del número total de turistas de Lanzarote en 1988 fueron británicos y el número de alemanes que vinieron fue de 182.000 representando el 24 por ciento. Más de 90.000 noruegos optaron por Lanzarote como lugar de veraneo en 1988 comparado con 32.000 españoles. Mientras tanto, los suecos y daneses juntos sumaron más de 66.000, menos del por ciento.
Una enigmática estadística pertenece a los franceses. Aunque casi 2.000 turistas franceses vinieron a la isla en 1970, en 1986 la cifra había descendido a un poco más de 500. Pero los franceses ahora están volviendo a Lanzarote y el "boom" todavía sigue, aunque mitigado por una serie de circustancias de caracter externo.
Durante todo el año 1970, había habido un pequeño pero firme ascenso en el número de británicos que venían a Lanzarote, aunque esta cifra era diminuta todavía en comparación a la cifra de españoles en ese año.
Ya en el año 1980, casi 34.000 ciudadanos britnicos eligiron Lanzarote para pasar sus vacaciones atraídos por los muchos encantos que posee isla y por su maravilloso clima durante todo el año. Sin duda alguna, el clima de la isla, casi idílico, representa una de las mayores razones para veranear en Lanzarote. Pero es algo más que el tiempo lo que atrae a turistas año tras año. Muchos europeos poseen casas aqui existe algo especial y caracteristicamente lanzaroteño que hace que los turistas vuelvan.
Hay una sensación de misterio y poesía en los anocheceres de Lanzarote, "la luz purpúrea" referida por Virgilio. Intensos colores de nubes en los cielos diurnos y la sorprendente claridad del cielo cuajado de estrellas por la noche. Es una mezcla de España y Africa, un milagro de plantas y cosechas que crecen en un paisaje desértico. Y sobre todo está la permanente presencia del mar, tanto si está descansando tranquilamente en una playa, o luchando furiosamente contra los acantilados de los Hervideros. Y están los eternos y somnolientos pequeños pueblos en el interior de la isla con nombres como Soo, Ye, Tao, parados en el tiempo como si estuvieran aguardando la llegada de alguien para despertar.