Mitos
La idea de que las Canarias son los restos del continente perdido de la Atlántida ha sido fervorosamente apoyada y de igual manera atacada durante siglos. La intensidad de convicción y los argumentos sobre la posible existencia del misterioso continente sumergido ha hecho que se publicaran más de 25,000 volúmenes sobre el tema.
Platón estaba convencido de que la Atlántida no era una quimera. Aristóteles, sin embargo, calculó que el mismo Platón se lo había inventado. "Platón, por sí solo, hizo que Atlántida surgiera de las olas", escribió Aristóteles, "y luego hizo que se sumerjiera otra vez." Pero referencias sobre la Atlántida ya se habían hecho mucho antes de los tiempos de los dos filósofos griegos. Parece que los antiguos egipcios conocían ya la existencia de una espléndida civilización que habitaba un continente en medio del océano.
Uno de los discípulos de Platón, Crantor, fue a Egipto con la intención de comprobar los relatos de su maestro. Allí unos sacerdotes egipcios demostraron lo que dijo Platón y mostraron a Crantor antiguas inscripcionesque describían la historia de las gentes de Atlántida. (Platón siempre alegó que sus relatos se basaban en inscripciones egipcias y en papiros). En dos de sus diálogos, Timeo y Critón, Platón describió la geografía y la gente de Atlántida.
"Atlántida se extendía más alla de los Pilares de Hércules y era más grande que Libia y Africa juntas. La gente que la habitaba venían de la unión de Poseidón y la mortal Clito. El Rey que vivía en un suntuoso palacio adornado con estatuas de oro y protegido por circulos alternados de tierra y agua, distribuyó el continente igualmente entre sus diez hijos. La isla central era del hijo mayor, aunque todas ellas eran Islas Afortunadas, enriquecidas de frutas extraordinarias y bendecidas por el sol con rios e inagotables minas de metales preciosos."(Timeo).
Platón escribe en esa misma obra que un sacerdote egipcio dijo a Solón que los viajeros podían ir desde la isla central a las otras islas y que de éstas podían "atravesar al continente que se hallaba en la otra parte del océano".
El sacerdote añadió que "en solo un día y una noche" la isla de Atlántida se cubrió de agua y desapareció, perdida para siempre en la bruma.
"Este es el porqué este océano sigue sin explorarse y el porqué es difícil su navegación la isla sumergida es un peligro para los marineros."
En Critón, Platón ofrece un relato más completo.
"Los únicos supervivientes fueron aquellos que habitaron en las montañas y que no sabían escribir. Ellos y sus descendientes carecieron por muchas generaciones de las comodidades habituales y tuvieron que dedicar todas sus energías e inteligencia para satisfacer sus necesidades materiales. Por lo tanto, no es extraño que se olvidaran de lo que ocurrió en tiempos antiguos. Esto además explica porqué nos han llegado solo los nombres de nuestros antepasados, mientras que sus proezas han sido olvidadas."
Según Platón, la Atlántida desapareció hace 12.000 años como un castigo por la perversidad del hombre. Los habitantes de la Atlántida habían sido "víctimas de los peores vicios". Esta gente, en otro tiempo inmensamente próspera, perdió la inspiración divina por "practicar las indecencias más brutales " y se convirtió en una gente "totalmente detestable, llenos de una avaricia sin límites y borrachos de poder." Zeus, dijo Platón, les daría una lección.
"El Rey de los Cielos, Zeus, se dió cuenta hasta que punto de perversidad llegó esta gente, aquellos que al principio habían sido tan excelentes. Por lo que deseó castigarlos y así obligarles a reflexionar y a enmendarse."(Critón)
Así destruyó Zeus Atlántida, de la misma manera que Dios provocó el Diluvio Universal
Mitologias aparte, Como pudo la Atlantida realmente haberse hundido
El sacerdote en Timeo dijo a Solón "Algunas veces, aquellos cuerpos que dan vueltas en el espacio alrededor de la tierra se desvían de su curso normal. Cada cierto tiempo todo en la tierra es destruido por el fuego... Otras veces, los dioses purifican la tierra con agua, inundándola".
Esta primitiva afirmación tomó credibilidad en el siglo XX. El astrónomo austriaco Horbiger, que murió en 1310 usó esa idea central para explicar el hundimiento de la Atlántida.
Horbiger creía que el continente desapareció a causa de la aparición de la luna hace alrededor de 12.000 años causando grandes cataclísmos, tremendas actividades volcánicas y la elevación de aguas que ocasionaron finalmente el hundimiento de la Atlántida.
El astrónomo pensó que cuando la luna, (había habido otra anteriormente además de otros satélites) entró en la órbita de la tierra, ejerció una poderosa fuerza de atracción sobre los mares, inundando Atlántida y otras tierras en el hemisferio sur.
Aristóteles como se ha indicado antes, pensó muy poco en las ideas de Platón sobre el continente perdido. Creía que no eran más que puras imaginaciones poéticas. Sin embargo, en una minuciosa inspección se hallaron algunas contradicciones en los comentarios de Aristóteles sobre el continente.
En un pasaje de la Constitución de la Tegaeians, escribió que los nativos de Arcadia habían reclamado sus tierras alegando que venían de Atlántida y que habían habitado su pais "incluso antes de que hubiera una luna en los cielos".
La incredulidad de Aristóteles sobre la Atlántida tuvo éxito, sin embargo hubo otros escritores griegos y romanos quienes también la dudaron. Durante la Edad Media, la influencia de Aristóteles permaneció fuerte y la Atlántida no se consideró un tema importante para el estudio. En el Renacimiento, con el nuevo descubrimiento de los trabajos de Platón, volvió a surgir un nuevo interés por la Atlántida.
Ya en la segunda mitad del siglo XVIII, el astrónomo francés Sylvin Bailly había avivado la teoría.
En 1778 publicó sus Cartas sobre Atlántida escritas a Voltaire, quien parecía apoyarle.
Bailly creía que existió una vez una nación sumamente civilizada que alcanzó gran madurez y desapareció incluso antes de que toda su historia se conociese, y cuyos habitantes ejercieron una influencia en culturas posteriores.
Poco más de un siglo después, el escritor americano, Ignatius Donnelly afirmó que las Canarias, junto con Madeira, Las Azores y las islas Cabo Verde eran las cimas de las montañas de Atlántida.
Creía que las antiguas culturas de Egipto y Mexico eran colonias fundadas por las gentes primitivas de Atlántida, basando su afirmación en el parecido entre las culturas.
Donnelly creía que la Atlántida había sido el punto de partida de la civilicación hoy conocida la gente del continente perdido fueron los padres del mundo moderno.
"A ellos les debemos todo lo que es fundamental en nuestros ideales sobre la vida y el mundo. Ellos fueron la primera fuerza civilizadora, los primeros marineros, los primeros comerciantes y los primeros colonizadores y colonos en la tierra. Su civilización era ya antigua cuando la de Egipto nacía ". (Libro Antediluviano,1882)
Donnelly creía que los dioses, diosas y héroes adorados por los griegos, fenicios , hindúes y escandinavos no eran sino los reyes, reinas y héroes de la Atlántida. Las hazañas y proezas atribuídas a ellos por la mitología no eran, según Donnelly, sino simples recuerdos de reales acontecimientos prehistóricos.
En la terrible catástrofe del hundimiento de la Atlántida solo algunos hombres lograron sobrevivir, salvándose en botes o balsas. Llevaron consigo los recuerdos del desastre a gentes establecidas a lo largo de las costas del este y del oeste donde la catástrofe fue considerada durante miles de años como "La Inundación". La posible existencia del continente perdido ha alumbrado la imaginación de escritores, historiadores, geólogos y arqueólogos durante siglos.
Si se detiene en las Montañas del Fuego de Lanzarote, durante una breve visita al paisaje lunar de la isla, verá que rápidamente se le escapa la imaginación. Uno se da pronto cuenta del porqué tantos espíritus humanos se hayan inspirado de esa manera.